México Artenativo
Solo de tanto en tanto, se nos concede atestiguar el momento en que cielo y tierra se tocan. En ese encuentro, la belleza se manifiesta como un destello que se expande y se ahoga al mismo tiempo. Es preciso estar atentos: abrir los ojos, parpadear, comerse el instante para desmenuzarlo luego. Es un atributo fotográfico estar en vela cuando los opuestos se encuentran; cuando la materia, con una danza, es capaz de vencer el ancla terrestre para conquistar lo que nos fue vedado: el vuelo.